Una grave filtración de datos dentro del ejército británico ha comprometido la seguridad de miles de afganos que apoyaron a las fuerzas británicas durante el conflicto en Afganistán, según múltiples informes. El incidente, que fue ocultado bajo una prohibición de publicación durante casi dos años, involucró la divulgación accidental de datos personales altamente sensibles a través de lo que parece haber sido un error en el envío de correos electrónicos.
La información filtrada contendría detalles de intérpretes afganos, personal de apoyo y sus familiares que fueron reubicados secretamente en Reino Unido tras la toma del poder por los talibanes en 2021. Fuentes indican que los datos incluían nombres, ubicaciones y en algunos casos, descripciones de su trabajo con las fuerzas británicas - información que podría identificarlos ante las autoridades talibanes que buscan represalias.
'Cuando esos datos caigan en manos de los talibanes, llevarán a mi arresto, tortura y muerte', declaró un intérprete afgano al Guardian. Varios afectados han reportado haber recibido amenazas directas desde que ocurrió la filtración.
El gobierno británico habría tenido conocimiento de la brecha poco después de que ocurriera a fines de 2023, pero en lugar de notificar a los afectados, las autoridades obtuvieron una inusual orden judicial que impedía la cobertura mediática. Expertos legales describen esto como un uso sin precedentes de medidas legales para suprimir información sobre fallas en protección de datos.
Desde una perspectiva de ciberseguridad, el incidente revela fallas críticas en el manejo de datos sensibles en escenarios de alto riesgo. Aunque los detalles técnicos exactos permanecen clasificados, analistas de seguridad señalan que:
- La filtración parece haber resultado de error humano más que de un ciberataque sofisticado
- Los sistemas militares carecían de salvaguardas adecuadas para manejar datos de reubicación masiva
- No existía un plan de contingencia aparente para notificación de brechas en estos casos
Las consecuencias han sido graves. Muchos afganos reubicados ahora temen por familiares que aún están en Afganistán, mientras otros reportan no poder comunicarse de forma segura con sus seres queridos. 'Estamos esperando la muerte', declaró un intérprete a Sky News.
El Ministerio de Defensa británico ha reconocido 'un incidente de datos' pero proporcionó pocos detalles, citando preocupaciones de seguridad. Mientras tanto, expertos en ciberseguridad advierten que este caso sienta un peligroso precedente sobre transparencia gubernamental en filtraciones de datos, particularmente aquellas con consecuencias de vida o muerte.
A medida que continúan las investigaciones, persisten preguntas sobre por qué fallaron medidas básicas de protección de datos y si existen riesgos similares en otros programas de reubicación. El incidente sirve como un crudo recordatorio de los muy reales costos humanos cuando los sistemas de ciberseguridad fallan en proteger poblaciones vulnerables.
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